Solo una piedra construye montaña

BANANAL – San Pablo, Brasil – Julio/Agosto – 2024

SACHA LIBROS – Merlo, San Luis. Argentina – Septiembre – 2024

“Lo que vemos no vale –no vive– a nuestros ojos más que por lo que nos mira” (Didi Huberman)

Salir a caminar acompañado,
tropezar con una piedra.
Levantarla y guardarla por un rato, soltarla.
Encontrarla al otro día,
mirarla y no estar seguro de que sea la misma…

La piedra provoca un despliegue, una sucesión infinita de copias de sí misma. Son mutaciones ínfimas, casi imperceptibles. No es precisamente otra piedra, sin embargo es una distinta, que al replicarse, al desdoblarse, no permanece idéntica.

Entre todas ellas existe un hilo conductor, un mapa…

De aquella piedra extraigo toda la información que puedo, tanto que me la apropio y me hago parte de ella.

Encuentro en su forma, en su contorno, nuevas imágenes provocadoras, similares en sus texturas a viejos dibujos, a trazos inconclusos que vuelven una y otra vez a formar parte de esa gran pila de papel sin usar.

 

Los junto, los muevo, los contemplo. Esa operación es la misma que la de traer una piedra de la montaña.

Obtengo de allí sus sombras y las desplazo, las proyecto sobre otras.

En aquel acto de supervivencia, veo un posible Otro.

Y es entonces, en ese ciclo, cuando se produce un desborde de dibujos, de piedras, de dibujos de piedras, de papeles con forma de piedras, de siluetas de piedras, siluetas que parecen Otro, espectral, difuso, pero Otro al fin.

Allí hay alguien, emerge una imagen nueva de aquello que parece lo mismo.

Es lo mismo, es nuevo.

Jonatan Kluk